martes, 6 de junio de 2017

Quimera


En mis noches oscuras 
de perpetua soledad
un halo iluminó 
mi habitación sombría.

En sueños tu imagen vi
y al sentir cercano
el contacto satinado de tu piel
surgió dentro de mi
un lánguido destello de ilusión.

Mas de pronto,
tus labios de color bermejo
se posaron en los míos,
en ese instante no pude más...
y desperté.

Aquel beso se quedó en mi corazón
como la huella que el diamante deja
haciendo más profunda 
mi estéril quimera.

Mi amado imposile,
claroscuro de mi vida
que una vez llegaste,
sin sentirme cerca,
sin notar siquiera
mi paso entre tus huellas.

¡Hay tormentosa quimera!

Patricia Juárez

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