martes, 28 de enero de 2014

Los lápices


Un lápiz es un instrumento de escritura o dibujo que presenta una barra de grafito encerrada en un cilindro de madera u otro material. De esta manera, es posible tomar el cilindro con la mano y desplazar la punta de grafito sobre un papel u otra superficie similar para dejar marcados los trazos y escribir o dibujar.
Los historiadores afirman que, en el siglo XVII, se halló un depósito de grafito en Inglaterra y los pobladores locales pronto advirtieron que este material les permitía marcar a sus ovejas con facilidad. A partir de entonces, el grafito comenzó a encapsularse en cilindros para la creación del instrumento que hoy conocemos como lápiz. Se dice que los italianos fueron los primeros en apelar a cilindros de madera.
Una de las ventajas de los lápices es que se pueden borrar sus trazos. El norteamericano Hymen Lipman fue quien patentó el primer lápiz con un borrador integrado en su extremo, hecho que ocurrió en marzo de 1858.
En la actualidad podemos encontrar lápices con diferentes características. Hay lápices negros y de colores, con mina delgada o gruesa, con estructura redondeada o hexagonal, etc.




Los lápices se dividen en grados o graduaciones según su dureza u oscuridad. Un lápiz más duro produce un tono más claro en el papel, mientras que un lápiz más suave produce un tono más oscuro.

Un lápiz duro mantiene su forma mucho mejor que un lápiz suave, por ser de contextura más firme. Por eso los lápices de esta gama son preferidos para el dibujo técnico (i.e. planos), pues la punta retiene su forma por más tiempo. Como nota interesante, puedes coger un lápiz duro y sacarle una punta tan fina que puedes cortar el papel con él.
Si no se tiene el tacto apropiado, los lápices duros pueden dejar marcas en el papel o lastimarlo tanto que se rompe al borrar. Si acostumbramos probar varios bocetos o ideas durante la creación de nuestro dibujo, podemos maltratar el papel y arruinar nuestro trabajo. Por eso para la ilustración y el dibujo se usan los lápices más suaves. No sólo son más delicados con el papel sino también producen una gama de tonos más oscuros. En consecuencia, pueden manchar la hoja si por error pasamos la mano encima y requieren un poco más de esfuerzo al borrar (esto es más notorio en los lápices más suaves de la escala).
Las denominaciones de los lápices tienen dos letras: “H” y “B,” que corresponden a las palabras en inglés “Hard” y “Black” (“Duro” y “Negro”). Esta letra viene acompañada de un número, que corresponde al grado. Por ejemplo, un “2B” es un lápiz suave, mientras que un “6B” es un lápiz mucho más suave y que produce un tono más oscuro.

FUENTE: http://pintando.org/el-lapiz/

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